19 de mayo de 2008

Ni Pérez ni Garamendy


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Con estos dos no llegamos a fin de año
De los grandes «triunfos» del movimiento estudiantil, hasta el empantanamiento completo que caracteriza a la actual situación política de la universidad, no ha pasado otra cosa que un poco de tiempo. Los estudiantes, docentes, y no docentes hemos podido ver claramente que los intereses de las camarillas que se disputan la sucesión de Medina, bajo ningún punto de vista contemplan la satisfacción de nuestras demandas, históricas, y presentes.

La función política de cualesquiera de estas camarillas es la de aplicar pasivamente la asfixia presupuestaria impulsada por el gobierno nacional.

De aquí se entiende, entre otras cosas, que el único «compromiso» de la actual gestión con el plan de lucha por más presupuesto «arrancado» hace unas semanas en el Superior, se haya materializado a través de una mísera resma de hojas A3, a repartir entre el conjunto de los centros de estudiantes… Veamos, en este sentido, las características del aumento salarial más trucho del mundo, que la gestión le ofreció como paliativo a los trabajadores no docentes: $300, pero… ¡a préstamo!, a devolver en 6 cuotas luego de mitad de año.

Se trata de las contradicciones insalvables del declaracionismo, que no han logrado otra cosa que dejar caer a pedazos a una UNMdP que hoy día debe afrontar un rojo que pone en serio riesgo el normal desarrollo del corriente ciclo lectivo.

Ni Pérez ni Garamendy se han pronunciado al respecto. Uno, preocupado por dejar pasar el tiempo, confiado en las posibilidades que le ofrecería un «segundo tiempo» determinado por una nueva composición de la asamblea, que le garantizaría el sillón del rectorado. El otro, imbuido en maniobras legales que paradójicamente también buscan ganar tiempo, a la espera de alguna «buena voluntad» que acceda a dejarse vender por unos pesos, o por algún puesto en la nueva gestión.

Los «triunfos» que estas camarillas han «cedido» no son otra cosa que excusas para encubrir la falta de voluntad política a la hora de seguir luchando en contra de la asamblea universitaria.

Como lo hemos manifestado en otra ocasión, es un contrasentido criticar la composición reaccionaria y antidemocrática de la asamblea universitaria y luego legitimarla, por acción u omisión. Y un doble contrasentido, manifestar que se lucha por la democratización y dejar de impulsar una transformación del gobierno universitario, para transformarlo de raíz, y proceder a ubicarlo sobre nuevas bases sociales, que es la única garantía con que vamos a contar a la hora de salir a luchar por más presupuesto.

Estos contrasentidos no hacen otra cosa que configurar una política de derrota del movimiento estudiantil. Paradójicamente, quienes hemos sido caracterizados, desde la más absoluta ignorancia, como los que «queremos que esté todo mal», somos los que actualmente desarrollamos en Merlo una lucha muy importante en contra del cierre del CBC de esa ciudad impulsado por el Medina de la UBA (Hallú) y el Pulti de Merlo (Othacehé). Y quienes nos movilizamos todas las semanas al rectorado de la UBA (protegido por las vallas de la federal) para exigir una respuesta a demandas que no difieren en sustancia de las que podemos plantear los estudiantes de Mar del Plata; y los que caracterizamos que en lugar de un «techo» lo que hemos alcanzado es un piso, porque tenemos por delante la gran tarea de difundir entre el conjunto de los estudiantes, la imperiosa necesidad de salir a luchar por más presupuesto, y por la democratización. Sin este programa de transición, que no es otra cosa que una herramienta de lucha, surgido de la misma cotidianeidad que todos atravesamos todos los días cuando venimos a cursar, los estudiantes del CBC de Merlo –por citar un ejemplo entre tantos que existen a lo largo de todo el país- se habrían quedado sin poder estudiar, y los estudiantes de la UBA, y de Mar del Plata, y en definitiva de todo el país, verían a una cantidad cada vez mayor de compañeros expulsados de la universidad.

En el marco de continuidad de las políticas de asfixia presupuestaria impulsadas por el gobierno y aplicadas en nuestra universidad por las camarillas, a instancias del acuerdo firmado para avanzar en un maquillaje de la LES (que profundiza la asfixia presupuestaria, la violación de la autonomía a través de la CONEAU, y la composición reaccionaria del gobierno universitario), es que entendemos a la defensa de las universidades públicas como una consigna nacional, y en este camino de lucha llamamos a todos los sectores que se oponen a esta asamblea a desarrollar una campaña común para que ésta se disuelva y en su lugar se constituya una nueva, sobre bases efectivamente democráticas. Una nueva representación política capaz de dotar a la universidad de una dirección que luche por su defensa y no por su destrucción.

La presente situación política va a estar determinada por la firmeza que mostremos los estudiantes a la hora de profundizar nuestra lucha por un gobierno universitario de estudiantes y trabajadores.

19/ 05/ 08

UJS – Partido Obrero




1 comentario :

Anónimo dijo...

Compañeros:
El gobierno y las direcciones de los colegios se empeñan en perseguir y sancionar a los estudiantes que nos organizamos en forma independiente. La semana pasada compañeros del Muñiz-Saavedra (E. Echeverría) se movilizaron al Consejo Escolar y luego al Municipio. Como siempre oímos promesas de solución a los problemas pero lo único que recibimos fueron sanciones por parte de la Dirección.
Uno de los delegados fue suspendido y otra expulsada, ambos casos con grandes irregularidades, ya que no se notificó por escrito ni hubo citación a sus padres.
La UJS saluda la gran lucha de los secundarios de Esteban Echeverría y llama a todo el movimiento estudiantil a apoyar y solidarizarse con los compañeros.
Pueden mandar adhesiones.
Saludos Revolucionarios desde Alte. Brown