Extender a todos el subsidio

Subsidio estatal de 500 pesos
a los fileteros

Sigue firme la lucha de los trabajadores en negro

El gobierno ha reconocido el pago de un subsidio de 500 pesos por el término de dos meses a los fileteros “parados”, junto a la entrega de bolsas navideñas para más de 2.000 “changas”. Los 500 pesos están muy lejos de los 1.300 pesos de garantía horaria que reclamaron miles de trabajadores del pescado en negro. Esta garantía deberían pagarla las empresas ante una crisis del recurso, parate de la pesca o lock out patronal que paralice la producción en el puerto.

Con todo, y pese incluso a las trampas que encierra el otorgamiento ultralimitado del subsidio (primero eran 200 trabajadores y ahora por la presión obrera se extendió ya a más de 1.000), los 500 pesos hubiesen sido impensados sin la gran lucha obrera por la registración laboral que ya lleva siete meses. El propio subsidio plantea de hecho la relación laboral permanente que niegan las patronales y que el gobierno dice “querer estudiar” mientras se empeña en la aplicación del convenio PyME (que degrada, flexibiliza y anula importantes conquistas del convenio colectivo) y apoya a la camarilla podrida del Soip.

El impacto de los 500 pesos arrancados con los piquetes y las huelgas por el blanqueo no se ha hecho esperar. Hay un crecimiento sostenido de las asambleas autoconvocadas y de la organización de los fileteros en negro. La Asamblea Autoconvocada que dirige la lucha por la registración ha tomado en sus manos la lucha por la ampliación del subsidio. Conocida la nómina de los compañeros (una minoría por referencia a la lista de empadronados entregada a Tomada) se produjo una movilización de la Asamblea el mismo 20 de diciembre reclamando el reconocimiento del pago de los 500 pesos a todos los censados por el movimiento, que ascienden a 6.000 y más.

Esta misma lucha, bajo el reclamo de “subsidio para todos”, es un golpe a las pretensiones del gobierno de arreglar con unos pocos y fortalece la lucha más general por el blanqueo que es la gran batalla contra la precarización laboral. Teniendo en cuenta el monto de 500 pesos (una migaja) y que el subsidio sólo dura dos meses, el paso siguiente es el reclamo de que se extienda el pago (mientras dure la emergencia y se demore el blanqueo) y que se aumenten los 500 pesos como pidieron los fileteros en lucha (1.300 pesos).

Tomada y el gobierno pretenden manipular el otorgamiento del subsidio utilizando a las direcciones sindicales de la CTA y de la CGT para desconocer a la Asamblea Autoconvocada. Un claro ataque a los trabajadores porque la Asamblea es la única representación masiva y unitaria de los trabajadores en negro del pescado. La CTA es funcional a esta maniobra y trata en todo momento, en común con Tomada, de “decretar” la extinción de la Asamblea. Quieren arrogarse la representación y de paso dividir la lucha planteada que es la expulsión de la camarilla burocrática del Soip, agente del convenio PyME y las patronales. Distintas variantes cegetistas también han apostado infructuosamente al desgaste de la Asamblea.

La última asamblea resolvió reclamar que el subsidio sea para los 7.000 empadronados y a cuenta de la garantía horaria y votó una nueva concentración para el 3 de enero. Con su lucha los trabajadores en negro están mostrando la “otra cara de Mar del Plata” en plena temporada turística.